UN CASO DE RELATIVISMO MORAL

UN CASO DE RELATIVISMO MORAL

Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Deuteronomio 6:5-9 RVR 1960


En las últimas publicaciones he estado hablando un poco del relativismo moral, tema que poco a poco me va interesando más. Haciendo mi lectura del día llegué a la historia que les contaré hoy. 

Antes de comenzar con el caso que les voy a contar, quiero recordar, con el texto que coloqué al inicio, que Dios fue muy insistente y enfático en hacerle entender al pueblo de Israel que guardaran sus mandamientos, los recordaran y usaran mecanismos para no olvidarlos. Incluso tenían que pasar a la siguiente generación las enseñanzas para que les fuera bien en todo. Dios les prometió bendiciones si eran obedientes y también les advirtió lo que podía pasar si desechaban sus estatutos.

Dicho lo anterior, el caso que les voy a compartir podemos encontrarlo en el libro de Jueces. Este libro narra la historia del pueblo de Israel luego de la muerte de Josué. Durante ese tiempo...se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. (Jueces 2:10 RVR 1960). Y en muchas ocasiones se encuentran versículos con estas palabras...Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová, y olvidaron a Jehová su Dios. (Jueces 2:11, 3:7, 4:1, 6:1, 10:6, 13:1). Cada vez que se olvidaban de Dios y hacían lo que bien les parecía, quedaban siendo sometidos por pueblos extranjeros y al final tenían que clamar a Dios para que los rescatase. Era en ese momento cuando Dios escogía a un juez para que los librara de sus enemigos. Después que habían encontrado paz, volvían a olvidarse de Dios y ocurría lo mismo. Era un círculo vicioso. Este tipo de ciclos puede sonar muy similar al de nuestros días.

La Biblia registra en Jueces 17:6 que: En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Y aquí quiero hacer un alto. Dios le había dado instrucciones muy claras y específicas de como tenían que vivir. Dios es bueno y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar (1 Juan 5:3). Dios quería lo mejor para su pueblo. En cambio, ellos decidieron hacer lo que a cada uno le parecía mejor. Dentro del relativismo moral, esto se conoce como subjetivismo. "Expresión más difundida de esta corriente donde es el individuo quien toma la decisión de lo que está bien y lo que está mal. Este concepto moral se acomoda a las circunstancias y se ajusta a la conveniencia del individuo."(Doug Powell). Cuidado!!! Cualquiera de nosotros podríamos caer en este tipo corrientes.

Micaía, del monte de Efraín, inicia su aparición en la Biblia para decirle a su madre que había sido él quien había robado una cantidad de dinero. La madre de este hombre tenía planeado usar el dinero para hacer dos imágenes los cuales serían para objeto de su adoración. A esta familia se le olvidó que un mandamiento consistía en no tener dioses ajenos. En fin. Micaía conoce a un joven de Belén de Judá, levita, a quien invita a quedarse en su casa para que fuera su sacerdote. Este sacerdote tendría salario, ropa y comida. Todos parecían felices. Lo mejor de todo es la frase con la que concluye el capítulo 17 de Jueces: Y Micaía dijo: Ahora sé que Jehová me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote. (Jueces 17:13 RVR 1960). En serio?! Yo le tengo una pregunta a Micaía. ¿Cómo haciendo lo que Dios te dijo que no hicieras pensabas que te iba a prosperar?

En el siguiente capítulo, se habla de una tribu de Israel que buscaba tierra donde habitar, esta era la tribu de Dan. Se propusieron encontrar un lugar y envían a cinco hombres a reconocer una tierra que les parecía buena. En el camino, llegan a la casa de Micaía, conocen al sacerdote y le consultan si Dios estaba con ellos en su viaje. Salieron bendecidos de esa casa. Fueron a explorar la región y regresaron  con sus hermanos para dar las noticias de lo que habían encontrado. Se reúnen para poner en marcha su plan de conquista. Hasta aquí, todo bien. Luego con seiscientos hombres armados deciden ir a la conquista de la tierra que querían. Vuelven a pasar por la casa de Micaía... y presten atención a lo que pasa:

Entrando, pues, aquéllos en la casa de Micaía, tomaron la imagen de talla, el efod, los terafines y la imagen de fundición. Y el sacerdote les dijo: ¿Qué hacéis vosotros? Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel? Y se alegró el corazón del sacerdote, el cual tomó el efod y los terafines y la imagen, y se fue en medio del pueblo. Jueces 18:18-20 RVR 1960

Se robaron las imágenes que tenía Micaía!!! ...y el sacerdote se fue con ellos alegre porque ahora tendría más renombre entre un pueblo que en una sola familia. Micaía no tardó en darse cuenta y fue a buscar a estos hombres para que le devolvieran lo que le pertenecía:

Micaías les respondió: —Ustedes se llevaron mis dioses, que yo mismo hice, y también se llevaron a mi sacerdote y luego se fueron. ¿Qué más me queda? ¡Y todavía se atreven a preguntarme qué me sucede! Los danitas respondieron: —No nos levantes la voz, no sea que algunos de los nuestros pierdan la cabeza y los ataquen a ustedes, y tú y tu familia pierdan la vida. Y así los danitas siguieron su camino. Micaías, viendo que eran demasiado fuertes para él, se dio la vuelta y regresó a su casa. Jueces 18:24-26 NVI

Esta tribu tenía su propia verdad. Cada quien hacía lo que bien le parecía. Se imaginan que vivamos en una sociedad como esta. Era obvio que Micaía no sería prosperado como esperaba. Cuando hagamos lo que a Dios no le agrada no habrá ninguna prosperidad, como lo creía Micaía. Al menos nadie perdió la vida en esta historia. Pero si Micaía hubiera mostrado más resistencia el final hubiera sido distinto. 

Todo esto les sucedió a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros, y fue puesto en las Escrituras como una advertencia para los que vivimos en estos tiempos últimos. 1 Corintios 10:11 
DHH

Todo lo que está en la Biblia es para nuestra enseñanza. Medita en esta historia y compárala con la realidad que nos rodea. Te dejo con la siguiente pregunta: ¿Tus principios morales están basados en lo que dice Dios o son tus propios principios o los de alguien más? Si en tu respuesta no está Dios, te aconsejo considerar los resultados de Micaía. Él creía que agradaba a Dios, pero como no lo conocía solo hacía lo que él le parecía "bueno". 

Si llegaste hasta el final, te lo agradezco y espero este mensaje te sea útil para tu diario vivir. Compártelo con amigos y déjame tu comentario para saber tu opinión.

Saludos,

Un joven preocupado por esta generación.


Comentarios

Entradas populares de este blog

UN CASO DE URGENCIA MORAL

EL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD

Translate