EL DESENLACE TENÍA UN PROPÓSITO
EL DESENLACE TENÍA UN PROPÓSITO
Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado». Juan 11:4 NVI
Hemos llegado a la parte final de esta trilogía. Hoy veremos como termina la historia de Marta, María y Lázaro después de la terrible tragedia que vivieron.
Para comenzar quiero que recordemos lo que dijo Jesús cuando se enteró de la noticia de la enfermedad de Lázaro. Él sabía como iba a concluir esta situación. Estaba tranquilo y confiado de que el propósito se cumpliría: "...que el hijo de Dios fuera glorificado". Marta y María fueron preparadas para lo que ocurriría en las siguientes horas. Cada una tuvo su encuentro personal con el Maestro. Sin embargo, faltaba ver que pasaría con Lázaro, quien ya tenía cuatro días de muerto. Veamos los siguientes sucesos:
Jesús seguía mostrando que era un ser humano como nosotros. Él sentía el dolor y estaba conmovido por lo que estaba pasando. Estaba frente a la tumba de su amigo. Jesús sabía lo que tocaba hacer y por qué era necesario.
—Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó: —Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí. Juan 11:39 NVI
Jesús da una orden: mover la piedra que cubría el sepulcro. Pero Marta...ay Marta, después de haber hablado con el Maestro no estaba convencida que mover la piedra fuera la mejor idea. "...Lleva cuatro días allí", significaba: "no hay nada más que hacer", "todo se terminó Jesús", "déjalo descansar en paz". Estoy asumiendo lo que pude pasar por la mente de Marta. La Palabra de Dios nos dice que: toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia... 2 Timoteo 3:16 NVI. Dios ha dejado su Palabra para nuestro beneficio. ¿Por qué no queremos prestarle atención? o ¿por qué nuestros argumentos pueden ser mejores que los de Dios? Pero Jesús quería enseñarle algo a Marta y al resto de los espectadores. Continuemos.
—¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús. Juan 11:40 NVI
Esto se lo dijo directamente a Marta para recordarle la conversación anterior. ¿Somos olvidadizos o somos incrédulos? Lo que Marta estaba a punto de presenciar era mucho mayor que la resurrección de su hermano. Recuerda lo que Dios te ha dicho sobre sus promesas y créelas.
Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo:—Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Ya sabía yo que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que está aquí presente, para que crean que tú me enviaste. Juan 11:41-42 NVI
Finalmente, decidieron hacer caso a las palabras de Jesús. Quiero llamar la atención a dos acciones de Jesús; la primera es que a pesar de la situación de tragedia, nos enseña que siempre debemos ser agradecidos con nuestro Padre. No hay razón para no hacerlo. En cada momento de nuestras vidas debemos estar agradecidos. den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18 NVI. La segunda es que Jesús ha revelado el propósito de todo este suceso: que la gente crea que Él había sido enviado por el Padre. No era solo resucitar a su amigo. Como todo, había un propósito que tenía un valor en la eternidad.
Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: —¡Lázaro, sal fuera! El muerto salió, con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. —Quítenle las vendas y dejen que se vaya —les dijo Jesús. Juan 11:43-44 NVI
Lo que Jesús dijo fue hecho. Lázaro resucitó. Salió caminando de la tumba. Jesús hizo un milagro que hasta ese momento nadie había visto. La vida de Marta, María y Lázaro habían cambiado por completo. Su tristeza ahora se había convertido en asombro y una alegría inexplicable. Yo hubiera estado muy sorprendido por semejante muestra de poder. Pero ese no era el propósito final.
Piensa en esto, Dios no solo quiere mostrarte que es Todopoderoso, Soberano, Invencible, Padre, Bueno, Misericordioso o que hace milagros. Dios quiere convencerte de que es así, que creas fielmente en él y que no haya duda en tu corazón de que el cumplirá sus promesas. Y quiero que medites en esto, el milagro más grande no es volver a alguien de la muerte. Jesús venció a la muerte para poder ver en nosotros el milagro más grande: que nos arrepintamos y creamos que Él es el Hijo de Dios.
Así como la resurrección de Lázaro tenía un propósito, así la resurrección de Jesús lo tiene. Digo que tiene porque todavía está vigente ese propósito. Porque si ahora creemos seremos salvos y seremos llamados hijos de Dios.
Este devocional fue escrito por ti y para ti. Gracias por leerlo. Pero así como hoy lo recibiste alguien necesita conocer cuál es el propósito más importante que debe cumplirse en estos tiempos. Compártelo.
Saludos,
Un joven preocupado por esta generación.
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